Komatsu ha comunicado la creación de un acuerdo junto a varias empresas del sector minero para desarrollar y desplegar vehículos mineros electrificados con varias tecnologías diferentes con el objetivo de conseguir 'cero emisiones' locales.
La compañía japonesa ha formado una alianza con Komatsu Greenhouse Gas Alliance (Alianza Komatsu para Gases de Efecto Invernadero) junto con las compañías mineras Rio Tinto, BHP, Codelco y Boliden, todas ellas miembros fundadores de dicha alianza.
A través de esta alianza, Komatsu y sus socios trabajarán conjuntamente en la planificación, el desarrollo, las pruebas y el despliegue de la próxima generación de maquinaria minera con cero emisiones locales. Empezarán centrándose en uno de los vehículos más importantes en el sector: el camión minero (o volquete) eléctrico. Por eso, el primer objetivo será desarrollar un camión minero electrificado que pueda funcionar con diversas fuentes de energía, entre ellas la propulsión eléctrica de batería, mediante una catenaria (tipo ferrocarril/tranvía), eléctrica-diésel o incluso con pila de combustible de hidrógeno. Una solución cuando menos curiosa, ya que el primer prototipo combina varias de estas tecnologías.
Komatsu trabaja en camiones mineros electrificados con varias tecnologías.
Masayuki Moriyama, presidente de la división de Negocios Mineros de Komatsu, ha manifestado que esperan «colaborar estrechamente» con estas empresas, que son de las más importantes en la industria minera, para acelerar el desarrollo y el despliegue de vehículos diseñados para reducir los gases de efecto invernadero de las operaciones mineras. No sólo eso: Komatsu tiene la intención de ampliar la alianza a otras empresas mineras para mejorar y reforzar la colaboración de toda la industria en soluciones de descarbonización. En última instancia, el objetivo es lograr «la minería con cero emisiones».
La empresa nipona se ha comprometido a minimizar el impacto medioambiental de su negocio, con el objetivo de reducir en un 50% las emisiones de CO2 derivadas del uso de sus productos y de la producción de sus equipos para 2030 (en comparación con los niveles de 2010), y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
